Dejar nuestras vidas en las manos de otras personas, sentir la adrenalina de tener que confiar plenamente en el otro, dejar que suceda lo que tenga que suceder.
Confiar... es tan dificil.
Extrañamente me siento más comoda contandole mis cosas a un extraño pero ya todos descubrimos que es porque con un extraño generalmente somos nosotros mismos por el simple hecho de que no nos conocen. Y es estúpido porque nuestros amigos nos conocen, sin embargo muchas veces no lo hacen realmente. Y somos lo que el resto cree que somos, o por lo menos actuamos (a la vista de ellos) de la manera en que nos conocieron siempre.
Por eso es difícil confiar tal vez, porque siempre que creemos que alguien es "ESO" probablemente nos estemos equivocando. Que lío que es todo.
A veces deberíamos cerrar los ojos, dejarnos caer y confiar en que siempre hay alguien que nos va a atrapar.
