... Allí estaba yo, parada frente a la gran puerta de hierro, me sentía diminuta en aquel lugar, escuché pequeñas voces juntas que me incitaban a girar el picaporte, tenía miedo pero a la vez me sentía segura, lo hice. Abrí la puerta, que me llevo hasta mis recuerdos más profundos, esos que la mente guarda en el sub-consciente.
-Creí que los había perdido- me atreví a decir con una gran sonrisa en mi rostro.
Mire a mi alrededor; tras esa gran puerta solo había imágenes que parecían videos caseros. Algunos con más polvo que otros, pero todos me hacían sentir un cosquilleo en mi interior.
Ahí entendí todo, entendí porque estaba ahí, las respuestras brotaron gritando por todos lados, yo solamente sonreí.
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