un ángel perfecto

conocí a un ángel. Su cara era tan perfecta, con el pelo lacio hacia el costado, castaño oscuro. Una sonrisa de oreja a oreja que iluminó el cielo nublado en el que estabamos. Y yo lo miraba mientras tocaba la guitarra, bajo la lluvia, detrás de un vidrio que nos separaba. Asomó su cabeza hacia afuera y yo me encontraba en el otro local, y lo seguía mirando. Me miró, le sonreí disimuladamente. Y entró al lugar, pude ver como me miraba de reojo mientras yo no podía ocultar mi mirada fija. Sus ojos café me dejaron sin habla; ojalá algún día pueda volver a cruzar su mirada.