Sin hablar, nos entendemos igual.

Él con sus ojos verdes amarronados, tenía la mirada perdida en los pequeños rosados labios de la chica parada junto a él. Ella con su mirada en el piso. Él la tomó por la cintura. Ella levanto la vista. La respiración de ambos ocupaba todo el aire de la habitación, no se habían dicho ni una palabra por algunos minutos. Sus pensamientos se reflejaban en el brillo de sus ojos. Quedaron callados por unos segundos más, sonriendo. Ella tomó aire para hablar y antes de que pudiera hacerlo, él avanzó directamente hasta su boca dandole su primer beso.