"Y no te asustes si me río como un loco, es necesario que a veces sea así. Será la vida que siempre nos pega un poco. Nos encandila, con lo que esta por venir."
Estaba bajo el limonero esa cálida noche de primavera, una suave brisa corría por allí. Me apoyé en una de las ramas y no pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla. Entonces, apoyó su mano sobre la mia, y me dijo: -El pasado no podemos cambiarlo, y al futuro no lo conocemos; pero aun asi, tenemos este momento. Que nos da a cada instante, la maravillosa sorpresa de descubrir que existimos. Eso que comunmente llamamos, vida. Ah, ¡la vida! El mejor de los regalos, por eso, la vida también se llama presente.- Me miró, y sus ojos grises se posaron en los mios, y con una triste sonrisa, como quien se despide de un viejo amigo, se fué. No sé cómo ni cuándo. Solo sé, que de pronto, yo estaba sola bajo el limonero, envuelta en un silencio que no lo era, sino el eco de una risa alégre, musical y profunda; que se metió dentro de mi piel, dentro de mi alma. Algo asi como un sonido que si tuviera forma sería la de una luz brillante, enceguecedora, que ocupa todo, y a la vez nada; una luz que es luz, y a la vez la más profunda oscuridad. Caliente como fuego acariciando la piel, y extremadamente frío como el hielo congelando los huesos. Un sonido que lo era todo.
Y cuando caí en el significado de ese silencio que no lo era, descubrí sorprendida que siempre había estado ahí, y se estaba entregando a mi una vez más, como si fuera una florabriendose, mostrandome sus pétalos desnudos y magníficos. Y me sentí realmente estúpida por haberme perdido ese hermosísimo espectáculo durante toda mi vida, mientras el show terminaba y volvía a comenzar una y otra vez a mi alrededor. Y también descubrí, más sorprendida aun, que ya no había motivos para llorar.
-S.T.
Estaba bajo el limonero esa cálida noche de primavera, una suave brisa corría por allí. Me apoyé en una de las ramas y no pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla. Entonces, apoyó su mano sobre la mia, y me dijo: -El pasado no podemos cambiarlo, y al futuro no lo conocemos; pero aun asi, tenemos este momento. Que nos da a cada instante, la maravillosa sorpresa de descubrir que existimos. Eso que comunmente llamamos, vida. Ah, ¡la vida! El mejor de los regalos, por eso, la vida también se llama presente.- Me miró, y sus ojos grises se posaron en los mios, y con una triste sonrisa, como quien se despide de un viejo amigo, se fué. No sé cómo ni cuándo. Solo sé, que de pronto, yo estaba sola bajo el limonero, envuelta en un silencio que no lo era, sino el eco de una risa alégre, musical y profunda; que se metió dentro de mi piel, dentro de mi alma. Algo asi como un sonido que si tuviera forma sería la de una luz brillante, enceguecedora, que ocupa todo, y a la vez nada; una luz que es luz, y a la vez la más profunda oscuridad. Caliente como fuego acariciando la piel, y extremadamente frío como el hielo congelando los huesos. Un sonido que lo era todo.
Y cuando caí en el significado de ese silencio que no lo era, descubrí sorprendida que siempre había estado ahí, y se estaba entregando a mi una vez más, como si fuera una florabriendose, mostrandome sus pétalos desnudos y magníficos. Y me sentí realmente estúpida por haberme perdido ese hermosísimo espectáculo durante toda mi vida, mientras el show terminaba y volvía a comenzar una y otra vez a mi alrededor. Y también descubrí, más sorprendida aun, que ya no había motivos para llorar.
-S.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si llegaste hasta acá, vas a dejarme una sonrisa, no? ♥
GRACIAS POR EL COMENTARIO/OPINIÓN/REFLEXIÓN.
xoxo, Lali.